Ricky Granna «Helium»

Por: Germán Laris 

Aquello lo cual nos separa de los animales, titubea en el criterio de los seres humanos, desde ambos extremos del cristal buscamos certezas, para quiénes son ajenos al refinamiento, y muestran su lado instintivo; será clasificado como cercano a la naturaleza, de repente dentro de un juego de atribuciones civilizatorias, invasivo y acechante.

Ricky Granna
Ricky Granna
«Helium» 
Óleo sobre tela (2016) 
100 x 100

Las mascotas de rasgos elegantes o veneradas por su capacidad para convivir calladamente, comportándose por alguna razón incierta un poco más cercanas a los dioses que lo que podemos por voluntad, llegar a serlo nosotros. 

Rk Grana representa con minuciosidad artilugios cuya función solo son alineamientos para formar contornos de presencias humanas, como si en la consciencia del ser residiera el valor de los engranajes encontrados. En el cuadro Helium, el helio es el gas que llena a los globos aerostáticos, Rk Grana juega un poco en estos términos; más ligero que el aire su tendencia utilizarlo para llenar globos pequeños, la metáfora de la cabeza hueca está presente en la forma tan ambigua como desenvuelve el sentido del tema principal, sabiendo que calentar el aire es lo que suele realizarse para este aparato que significó un avance y un espectáculo para la observación desde otra perspectiva. 

La mujer en el cuadro de Rk Grana está a medio desnudar, por documentación de la época de la reciente invención de la cámara fotográfica, que Gaspard-Félix Tournachon conocido con el sobrenombre de Nadar, antes de subir a el globo aerostático optaba por despojarse de la ropa con el fin de restarle peso, para que esto no influyera en los sobrevuelo de sus vistas fotográficas a través de Paris. La mujer usa un telescopio de navegación, dentro de dos marcos ovalados que Rk Granada trazo en la superficie, muestra aureolas vacías donde los pensamientos temen ante descubrir las dudas ajenas. 

El vacío mental acaba por responderse con un enigma oficializado, al felino las memorias que no obedecen a las prioridades relativas a su instinto, no le interesan, la mujer retrae el vestido, e indaga sobre las inexistentes cavilaciones esa nada perfectamente correspondida, tiene un regusto a eternidad no anunciada.

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