Por: Germán Laris
La forma estilizada y en reducción de su estructura concuerda con la superficie que organiza los estímulos visuales armónicos. La escultura así como la obra pictórica de Amaitée cuentan con dicha conexión de pensamiento en el que confluyen manchas estudiadas y volúmenes de geometría serena. El centro de la imagen reúne los ciclos de acciones que definen los caminos de abstracción analizados por Amaitée. Esta labor suya explora subjetividades ópticas las cuales existen como procesos a través de distintos ámbitos dentro de la naturaleza y que la artista intenta convertir en un mensaje estético.

Amaitéereafirma la contemplación serena entre hallazgos que no pretenden adquirir un modo reconocible por medio de palabras, ella hace suyas las transiciones de los accidentes plásticos para conducir su oleaje, creando texturas o entramados en los que el paisaje emocional asocia sus valores ante la aproximación microscópica.
Los estilos abstractos que entremezcla Amaitée van del minimalismo a la idealizada sencillez de las flores, la estructura orgánica reinterpretada por la artista condensa sus características casi en la misma medida que descarta el ruido de las contradicciones innecesarias. En las pinturas de Amaitée encontramos el equilibrio exacto que genera una sensibilidad atenta a que cada acción ejercida deja un rasgo de sensaciones envolventes.


