Iztcoatl Castañeda Borrayo

Por: Germán Laris

El hijo Ojo, es un orgullo sensible para la familia según lo describe Itzcoatl Castañeda Borrayo, este ser carente de rostro remite a un cliché sobre la divinidad que desciende en la vida cotidiana, pero sobre todo en la esfera de la privacidad. El ojo ha nacido para obligar a las mujeres que lo rodean a sentirse culpables y espiadas por un representante designado por la moral restrictiva laborando desde el hogar.

La aparente inocencia es otra treta de un mesías domesticado, es así que el pintor usa este salto surrealista para dudar sobre sus propios cuadros de habitaciones y de historias familiares supuestas. Itzcoatl Castañeda Borrayo como buen pintor ha aprendido a mentir, sus trabajos de formatos en su mayoría grandes reflejan el afán por proyectar lo concreto del acto físico durante el ejercicio pictórico a  través del cual; confronta a los temas a modo de pretextos manipulables.

Iztcoatl Castañeda Borrayo
“Retrato de familia y el nuevo mesías”
Óleo / tela.
30 x 40 cm

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