Por: Germán Laris
El orden gradual con estructuras escalonadas que giran sobre si mismas pareciera es una constante en la obra de Joao Rodríguez. En sus piezas las líneas orgánicas o el rigor de las secuencias dispuestas de forma paralela contienen la semilla de un impulso inicial. Los centros que emplaza Joao Rodríguez estratégicamente en el punto de apoyo de la mano sobre la superficie del soporte tienen un eco en su exploración del pulso dentro del uso de distintas herramientas del dibujo. Joao Rodríguez traza como si continuará dibujando incluso cuando pinta. Un ejemplo es su serie dedicada a las piedras ordenadas por una reiteración que intenta que la armonía que nos rodea muestre las variaciones más sutiles en medio de un flujo programático en ella, los planos lineales de sus estrellas pulsan bajo el efecto que describe la pupilometría; es un ajuste del contraste y una intensidad del estímulo visual aquello que hace que el ojo colapse.
Un acercamiento al óptica art en su obra sucede en la tejido sostenido de elementos reincorporados por reimpresión o transferencia son algunos de los recursos técnicos que definen la calidad del trabajo de Joao Rodríguez, con el cual el artista cuestiona los métodos de reproducción manual de un motivo plástico que en el arte estuvo reducido a las artes aplicadas. En una de sus supernovas dedicado a la flor de Liz en signo céntrico, Joao Rodríguez consigue de este modo solidificar los resultados de un ejercicio formal, que condensa las uniones encadenadas que compositivamente desbordan el soporte en que el Joao presenta sus imágenes. Acaso porque su curiosidad ancla sus intereses en ampliar el efecto de irregularidades controladas, hay un sentido de fractales agrupadas a su manera.
Entre las ondulaciones y las líneas rectas el artista plantea el transito del paseo del brazo sobre cada pulsación, Joao Rodríguez cita indirectamente a sus arterias, el sistema nervioso y los latidos que alteran la manera en que los fenómenos ópticos nos envuelven. La proximidad angular es la antítesis de las curvaturas que van solapándose al sobreponerse. El oficio que prueban sus obras proviene de una perseverancia sobre temas y el correlato artificial con las herramientas plásticas, Joao Rodríguez piensa en voz alta cuestiones que cierra por medio de abstracciones y actos que dejan cabos sueltos, para retomar el paseo sobre escaleras de un panóptico sobre que el que entre series retorna, quizás para entonces si hablarnos de una totalidad analítica de observaciones.



