Por: Germán Laris
Franzelia Barrios investiga las tensiones del ser corpóreo que relaciona sus convulsiones a ratos discretas con el paisaje o las vestimentas. En su serie de Lolitas la moda parece reimplantada y fuera de época aflorando a modo de un engaño cultural, establecido sobre los encantos de lo femenino. En contraste a esta reflexión encontramos sus estudios sobre una desnudes que entra en batallas sobre la autenticidad y la sensación de ser vulnerables ante el dolor o las tramas del placer. Los tratamientos plásticos que procura Franzelia Barrios varían en su intensidad puesto que en ocasiones desgarra los contornos de las figuras, para luego suavizar los rasgos del rostro, sus personajes suponen inmersiones en el lado vivencial de las experiencias sensoriales que prescinden de un guion o de razones inmediatas para justificarse.
La artista va edificando desde un dibujo experimental la base para sus pinturas donde Franzelia Barrios preserva el ímpetu inicial por trascender lo estilístico, precisamente en este punto ella potencia los aportes de su trabajo. El oficio dialoga en lo profundo con la creatividad para replantear cada uno de sus niveles específicos, y es que; Franzelia Barrios retorna constantemente al tablero de dibujo y vuelve a comenzar desde cero.
Arte en Jalisco 