Dos Diablos «La Ansiedad Óptima»

Por: Germán Laris

Si el dolor y el placer van a entretejerse, el caso de uno de los potenciadores hacía la autodestrucción radica en la ansiedad. Ese deseo por lo inasible o la certeza de que algo que va a escaparse de un absoluto control, inciden por medio de malinterpretar cuanto nos rodea. La mente de Dos Diablos ilustra con unas manos sanguinolentas la aprensión frustrante que modela a ciertas almas, estas que subliman las etapas de las torturas aunque solo existan dentro de planes imaginarios. Los dientes que representa el artista en la obra de la ansiedad óptima; son armas para sonreír desde ese otro extremo de la violencia que puede ser compartida. Hay en la palidez un signo de que la sangre que le tiñe los dedos, es su propia sangre que generosa escurre hasta hacerlos una especie de guantes. La retina vaciada y con la reluciente ambigüedad del éxtasis interiorizado, nos provoca una inmersión involuntaria frente al vértigo de razones que nos son del todo inaccesibles.