Por: Germán Laris
El color en su potencia creadora contiene al realismo y a la fantasía, esa tan nutrida de la adulteración de lo atmosférico que proyecta escenarios alternos para la mente. Las fotos que transforma o a las que recurre Pablo Daniel Arteaga contienen la semilla de brotes lúdicos, de interpretaciones que juegan con las variaciones del estilo. El artista induciendo cierta musicalidad ruidosa, para a instantes recordarnos que la pintura es una pausa frente a los discursos del conocimiento convertido en sirviente del poder, en los cuadros de Pablo Daniel Arteaga muestran la alegría de no estar obligados a confesarse delante de ninguno.




