Alfredo García Andrade «Rostros de un gris texturizado»

Por: Germán Laris

La fotografía es un oficio que compromete a la mirada, Alfredo García Andrade va modulando una serie de contrastes hasta encontrar la textura adecuada, el autor lo hace con el fin de que cada fragmento de realidad tenga una apariencia de estimulo plástico. Sus retratos en los que acerca a los espectadores a la imagen de personas que ataviadas de modo singular, o al menos al inicio tal efecto produce su efigie, en estos registros de identidad Alfredo García Andrade nos proyecta el lado de una humanidad cambiante. El encuadre adecuado y la justa edición dan un valor casi pictórico en ciertas fotografías suyas. Los hallazgos de una realidad deslumbrante con efectos cromáticos que conversan con el gris atenuado entre el blanco y negro definitivo, la iconografía que va construyendo con paciencia es ya reconocible, exige acaso el contemplar eso que el artista señala, los rostros que acumulan el tiempo con los que podemos encontrarnos a nosotros mismos. Entre paredes secas, monumentos que van perdiendo su significado o que adoptan el que el contexto les designa, los seres que vagan en medio de un anonimato que los reduce a fantasmas, la sagacidad de Alfredo García Andrade consiste en atraerlos a un primer plano, convirtiendo la proximidad de su enfoque en un convincente hallazgo.

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