Por: Germán Laris
Sobre un suelo de curvatura que colapsa es que la ausencia de acontecimientos la transmiten los registros de Indira Castellón, la huella de las sombras y sus actitudes características conectan los afanes que dan señales de una interioridad breve. La esencia de los cuerpos comentada a través de líquidos que entran o estelas de humo que emanan del cuerpo, hablan indirectamente al respecto del envase corpóreo, de las razones que animan este lado huidizo de las formas identificables.
La sombra mayor suele evocarla la pintora a manera de un estado subyacente, Indira Castellón remite a la noche que nos habita, a la casa en medio de la cual lo cotidiano luego será transformado en un recuerdo, es así que; después de las celebraciones el vacío de las cosas a la deriva reflejan nuestra alma pasajera, esa misma que divaga en la mente de otros que también irán borrándose. La artista coloca al centro una ventana, detrás de la estructura asoma una jaula en desuso desde el patio libera metafóricamente los fantasmas de lo que ha dejado de ser.

«El Recuerdo De La Luz»
Óleo / tela.
50 x 40 cms.
