Por: Germán Laris
Describir minuciosamente las escalas evolutivas de un divorciado que aprende a realizar sus propias quezadillas no es el único aporte trascendente en los MONOS de José Ignacio Solórzano, si bien el cliche de la caricatura del naufrago concierne a una metáfora del tipo común, pensado a la par de los que son casi nadie, pero que reflejan las preocupaciones y crisis del hombre actual. Los pretextos de JIS próximos a la risa esconden trasfondos de toda índole, sugiere la imposibilidad de tener control sobre el propio destino, tal vez advirtiendo las circunstancias de Monos manipulables por fuerzas superiores, no exactamente Dios, los delirios particulares del autor por ejemplo.
JIS personifica los puntos o manchas circulares en forma de bolas semejantes a las bolas de estiercol de los escarabajos, son residuos de goma tan vivos que transpiran, la apariencia de ojos arrancados que asumen una biografía autónoma, acude a la mente. Esta colección de personajes o elementos sueltos por parte de José Ignacio Solórzano demuestran una estrategia para resignificar, las gomas sucias que sobrepone para sujetar las hojas sobre el soporte discurren sobre el uso y desuso de un recurso argumental, el ruido de los monos proviene de pescar los cambios que ocurren o en el plan de JIS o por medio de los hallazgos accidentales, por ello la inspiración esta perfectamente soportada. Los borradores utilizados por JIS para remover la etapa del lápiz sobre el papel, y dejar visible sólo las lineas entintadas, puede variar, porque los residuos de la obra negra denotan una sonoridad de fondo, el punto en que la imagen emerge.
Los grumos desprendidos encarnan en moscas, la imaginería de JIS no depende tanto de metáforas, sino de juegos combinatorios. Los seres informes, aplastados en semejanza con los hongos, las formas de vida por encima de lo unicelular. La anatomía del MONO inscribe una síntesis de aquello que expresa, el MONO es un portador de mensajes, a ese ente el artista José Ignacio Solórzano lo distorsiona para obtener rangos irracionales, si bien JIS aun dibuja cartones, no ilustra una inercia de pensamiento, le sustrae la piedra de la locura y adorna los ojos saltones de MONOS conscientes del vació universal, la nada blanquecina de hojas por ser ensuciadas. Las moscas frescas, recién dibujadas aglomeran trazos peludos, es un estilo de vellosidades de insectos que JIS ha trasladado a el esgrafiado de fotografías retocadas, la sombra de púas repartidas sobre el exoesqueleto son complemento del molusco, de lo que es blando y suave por dentro, la cascara de las realidades adulteradas ofrece cosechas de espejismos polivalentes.





